Autobiografía

08.05.2012 08:44

Dado que un 9 de mayo de un año, un poco cerca para algunos pero para mi, la verdad es que ni me acuerdo de esa fecha. A petición de mi hermano, 4 años mayor, nací en un municipio, el cual para muchos, ni siquiera saben que existe. Allí en Frontino, Antioquia, si!, Frontino, ubicado en el occidente lejano de este bonito departamento que nos ofrece mucho, pero nos cuesta tanto darle algo. Nací yo, Brahian Camilo Tuberquia López, hijo de RosaLina López Pérez, un ama de casa y de Floriberto Tuberquia Carvajal, un citador del Juzgado del Circuito de este pueblo. 

Bueno, mi historia no fue la más humilde, pero tampoco lo más pujante y acomodado que encontramos, pero al fin y al cabo, mi familia tenía el sustento diario, nuestra casa y junto con una finca, herencia de mi abuelo paterno, podíamos darnos algunos lujos, que hasta de segunda eran.

Mi cuadra, mi vecindad no estaba pavimentaba, y más bien parecía una trocha, que cuando llovía mucho, era muy pantanoso o cuando hacía sol, el polvo no dejaba abrir ni las ventanas. Pero todo no era malo, mis vecinos eran lo más noble y amigable que conociera yo. ¡Cómo me divertía aquellas noches de juego! Recuerdo que nos reuniamos varios amigos para jugar lo que estaba de moda, ps así lo creía yo. "Yeimy", "Boy", "Chucha cojida", Volleyball y todos juegos que las generaciones de ahora no lo practican y creo que ni se acuerda de ellos.

Así fue que me levanté, con mis amigos, vecinos y mi familia más cercana. Me gustaba ir a la finca con mi papá, aunque solo fuera a gastar calzones y mi escuela era lo más amable y agradable hasta el momento. Pero como dicen popularmente: "entre más amañado estés, más rápido te vas", así fue. Por motivos de trabajo de mi papá y por casas de la violencia de una manera no sangrienta y cruel, tuvimos que trastearnos a Medellín, a donde el Juzgado del Circuito de Frontino tenía que llegar para convertirse en el Juzgado 17 Laboral de Medellín.

Quizás la ciudad, y en especial Medellín no tenían las referencias más amenas, pero yo sabía que acá me iba a encontrar con otra sociedad que para algunos suele ser más "moderna".

Aquí practicamente terminé mi bachillerato, en la Escuela Normal Superior de Medellín, aquí también pasé toda mi adolescencia, con pocos caprichos, porque lo que de verdad me gusta es la sencillez, la sinceridad y ponerle compromiso a todo aquello que queramos obtener.

Creo que mi juventud, que todavía no ha terminado, fue buena. Me creé los imaginarios del amor y el respeto, la solidaridad para aquellos que son luchadores y fuertes y sobre todo, aprendí que de la vida hay que recoger todo lo que sembramos.

Terminé mi bachillerato, muy feliz y contento porque fue un gran paso para mi, y con eso de que debes seguir estudiando y con esa ola de que la Universidad de Antioquia te ofrece muchas ventajas y es muy buena, decidí presentarme a Medicina Veterinaria, algo que para mi tenía mucha relevancia en cuanto a su trabajo y algo por lo cual, estoy sentado hoy en esta aula, con ganas y mucho de estuciasmo para lograr todos mis sueños y metas.

 

Medellín, 08 de mayo de 2012

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